¿Recuerdas el día en que recibiste a Jesucristo como tu Salvador personal? ¿No sentiste que en ese momento habías encontrado todo lo que necesitabas? Habías encontrado a Aquel que podía llenar toda tu vida. Era suficiente. Ese día la vida tenía significado, propósito y dirección; y todo apuntaba a Jesús.
En las Escrituras encontramos los testimonios personales de aquellos que encuentran satisfacción en sus vidas mientras corrían la buena carrera. Cuatro de esos testimonios son:
La Experiencia del Salmista
Después de haber experimentado el trato de Dios en su vida, David declaró que lo único que deseaba por encima de todo era "contemplar la hermosura de Jehová" (Salmos 27: 4). Comprendía claramente que no había nada en el cielo ni en la tierra que deseará en su vida más que Dios (Salmos 73:25).
La Experiencia del rey Salomón
Salomón, después de tratar de llenar su vida con todo lo que él podía imaginar bajo el sol, llegó a la conclusión de que "todo es vanidad" (Eclesiastés 12: 8). Cada vez que intentaba algo nuevo, terminó vacío de nuevo. Al final Salomón declaró: "Temer a Dios y guardar sus mandamientos" de hecho es el " todo del hombre" (Eclesiastés 8:13).
La Experiencia de Job
Job experimentó la bendición de tener todas sus necesidades naturales cubiertas por Dios, así como también lo que se sentía perderlo todo. Sin embargo, él no " atribuyó a Dios despropósito alguno" (Job 1:22). Mientras caminaba a través de la sombra de la muerte, proclamó: "Yo sé que mi Redentor vive " (Job 19:25). Dios se había convertido en todo lo suficiente para Job, aun cuando no le quedaba nada, ni siquiera salud.
La Experiencia del apóstol Pablo
Pablo testificó que una espina en la carne le fue dada por Dios. Él oró a Dios tres veces que se la quitara, pero la respuesta de Dios fue: "Mi gracia es suficiente para ti " (II Corintios 12: 9). Pablo no se quejó, ni discutió, ni se enojó con Dios. Más bien, Pablo aceptó el sufrimiento con alegría, entendiendo que la presencia del Señor en su vida era suficiente y siguió caminando en la voluntad de Dios.
¿Cuál es mi testimonio? ¿Quién es Dios para mí? ¿Es Dios suficiente para mí? ¿Cómo voy a caminar delante de él?
1. Sabiendo que "mis tiempos están en sus manos" (Salmos 31:14)
2. Sabiendo que "Todas mis fuentes están en El" (Salmos 87:7).
Si Dios todo lo hizo hermoso en su tiempo, de principio a fin (Eclesiastés 3:1-13), sin importar el tiempo en que estoy viviendo, Él es suficiente para mí y el único que puede suplir todas mis necesidades (Filipenses 4:19).
Tengo que entregar mis sentimientos, pensamientos, entendimiento, mi vida, mi todo a Dios. Recordar que mi corazón es engañoso y aunque no entienda sus caminos, tener memoria del precio que se pagó por mi salvación, para que pueda tener la vida de Cristo en mí. Tengo que comprometer mi vida a Él, que murió en la cruz por mí, creyendo que Él cuida de mí (I Pedro 5:7.) y que "nada falta a los que le temen " (Salmo 34: 9). Él es suficiente para mí!
