Al haber crecido en un hogar cristiano, constantemente escuchaba acerca del Evangelio y de la Biblia, en particular sobre como el andar de cada Cristiano es personal delante del Señor, aun así no fue hasta los 13 años de edad que realmente me di cuenta y vine a conocer al Señor. En ese momento mi vida familiar estaba cambiando, por desgracia para peor. Aunque crecía escuchando que la salvación era personal, no fue hasta este punto en mi vida que esta verdad me impactó. Desde entonces, Dios ha hablado mucho a mi vida. Todavía hay veces que siento como si mi crecimiento espiritual en Cristo estuviera paralizado; ahora sé que es en esos tiempos que realmente necesito aferrarme a Él y buscarlo más.